PROLOGO Como muchos de Uds. saben he derramado unos cuantos bytes respecto de los reglamentos que enmarcan y enmarcarían nuestra actividad. Si bien el objetivo principal ha sido convencer a quienes nos representan de que establezcan mecanismos de consulta con los destinatarios de los mismos para otorgarles alguna legitimidad, no han estado ellos exentas de algunas consideraciones de carácter filosófico. Tal vez sea válido detenerse a considerar cuál sea el bosque que se halla detrás de este árbol y reformular las omnitemporales preguntas: ¿De dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?. Revisar nuestra actividad desde la perspectiva que nos introduce no ya en una nueva década, sino en un nuevo milenio que reclama principios nuevos, más coherentes y profundos. Intentaré en este trabajo, encarar un análisis amplio y general que ayude a formularse preguntas y encarar las respuestas de cara al futuro, con un enfoque humanista, no represivo y a la vez crítico. No pretende ser breve, entretenido o placentero de leer. Si el lector busca una fuente de esparcimiento será preferible que abandone la lectura en este punto para que me dispense de la responsabilidad de su aburrimiento... Pretendo, si, abordar un tema arduo que a menudo requerirá del lector una buena dosis de paciencia para con mis propias deficiencias. Tampoco resultará provechosa una lectura superficial pues es probable que poco o nada pueda concluirse de ella. Si alguno afirmara que le resultó extenso, cansador y tedioso, lo comprendería pero, al menos sabrá que para mi ha sido más de todas esas cosas. Puede servir de consuelo... Finalmente, si bien he echado mano a toda mi honestidad intelectual en su desarrollo, no solo no niego, sino que afirmo que él representa mis convicciones y por ellas se halla impregnado porque creo firmemente que "la objetividad es una propiedad de los objetos..." |